La Conferencia Episcopal Ecuatoriana recibió una solicitud de mediación desde una organización indígena, pero la otra parte del conflicto en el paro no hizo la petición. Debido a eso no pudo ser facilitadora del diálogo entre el Gobierno y la Conaie.
El paro de 2025, que duró más de un mes, no terminó como en 2019 y 2022, con el Gobierno de turno y los principales dirigentes indígenas en un diálogo, mediado por un tercer actor.
El paro de este año fue declarado por la Conaie en septiembre y el cese llegó el 22 de octubre, días después de la reunión entre autoridades del Gobierno y representantes indígenas de Imbabura, reunidos en Otavalo. Ese encuentro del 15 de octubre en el que los dirigentes de la Conaie no estuvieron.
¿Querían el diálogo con el Gobierno?
LA HORA conoció un oficio del 8 de octubre de 2025 firmado por Mesías Flores, presidente de la Federación de los Pueblos Kichwa de la Sierra Norte del Ecuador (Chijallta Fici), dirigido a Luis Cabrera, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), con copia a monseñor René Coba, obispo de Ibarra.
En ese documento Flores habla en representación de los Pueblos Caranqui, Natabuela, Imantag, Otavalo y Kayambi del Norte. Explica que en una asamblea extraordinaria, realizada el 7 de octubre, con el acompañamiento de Alberto Ainaguano, presidente de la Ecuarunari, y Marlon Vargas, presidente de la Conaie, se resolvió “buscar caminos de diálogo respetuoso y constructivo con el Gobierno nacional”. Ainaguano refirió que, contrario a lo que ha indicado el Gobierno, Vargas sí estuvo en Imbabura en tres ocasiones.
En el oficio se planteó a la Iglesia que “asuma el rol de mediador y garante en el proceso de diálogo entre el Gobierno nacional y la estructura de la Chijallta Fici”.
Se incluyeron cuatro demandas ya presentadas al Gobierno en un oficio anterior, dirigido al presidente de la República, Daniel Noboa, según el documento al que accedió este Diario. Estas son:
- Congelamiento por cinco años del precio del diésel.
- Liberación de todas las personas procesadas y detenidas durante las movilizaciones.
- Justicia y reparación integral por el asesinato de Efraín Fuerez y demás heridos de gravedad
- Archivo de procesos judiciales contra dirigentes.
Hasta el 8 de octubre solo se registraba a Fuerez como la primera persona asesinada, el 28 de septiembre, en el contexto del paro. Rosa Paqui y José Guamán fallecieron el 14 y el 15 de octubre, respectivamente, según la Conaie. Los puntos expuestos el 8 de octubre fueron planteados en el encuentro del 15 de octubre.“Tan solo fue un acto de solidaridad con las comunidades indígenas que le pidieron que esté presente en el encuentro, por ser el párroco (de Otavalo, Cristian Andrade)”, Luis Cabrera, presidente de la CEE. Andrade estuvo presente en el encuentro del Gobierno y los dirigentes indígenas en Otavalo el 15 de octubre.
La Iglesia respondió. En otro documento del 8 de octubre, David de la Torre, secretario general de la CEE, confirma la recepción del oficio de Flores.
“Le reitero el compromiso de la CEE para acompañar todo proceso social y político que nos lleve a caminar juntos, todos los ecuatorianos, sin excepción, siempre y cuando todas las partes así lo consideren y lo soliciten”, indicó el secretario. Señaló que la solicitud de ambas partes “es una de las principales exigencias para garantizar que el diálogo tenga participación y compromisos”.
¿Cómo procedió la Iglesia católica?
El Cardenal Cabrera reveló a LA HORA que del 14 al 24 de octubre estuvo fuera del país, en Roma, pero que sí conoció la solicitud de la Fici. “Efectivamente, durante los días del paro de actividades algunas organizaciones indígenas y sociales pidieron a la CEE su intervención como mediadora. Pero la respuesta fue que para la mediación es necesaria la solicitud de la otra parte, en ese caso del Gobierno, lo cual no se dio”.
Dijo que por ese motivo la Iglesia mantuvo una actitud de respeto, pero sin dejar de llamar insistentemente a la paz por el camino del diálogo. “Esa ha sido nuestra actitud, de espera de que la otra parte haga una solicitud y así ver si es conveniente o no nuestra participación en esta difícil tarea de la mediación”, añadió.
Al recordar los paros de 2019 y 2022, Cabrera refirió que fueron el Gobierno y las organizaciones indígenas quienes tomaron la iniciativa tras agotar todos los esfuerzos. “Nosotros no nos ofrecemos, no nos presentamos como mediadores. De hecho, siempre reconocemos que, a nivel internacional y nacional, hay muchísimas organizaciones que tienen esta preparación de ofrecer la mediación”, insistió.
Por ello, en esta ocasión la Iglesia recibió el oficio, lo analizó y prefirió esperar. Tampoco lo puso en conocimiento del Gobierno ni lo hizo público. “No podemos transmitir eso a la otra parte porque son los involucrados. Son las organizaciones indígenas y sociales las que tenían que decir: hemos enviado a la CEE esa solicitud. Nosotros no tenemos la obligación moral ni legal de comunicar, de difundir, justamente para mantenernos en esa actitud de respeto, de manera que no haya presiones”, justificó Cabrera.
Respecto a la actitud del Gobierno, considera que hubo una diferencia entre este y los paros anteriores. “Ahora se sumaron otros grupos que actúan al margen de la ley y que se conoce como delincuencia organizada, cuyo poder económico realmente es muy grande (…). Creo que la presencia de esos grupos hizo que el diálogo sea más difícil, más complicado”, expuso. Señaló que un paso importante debía ser identificar con quién dialogar.
Cabrera enfatizó en que este paro sí deja “una gran lección” que se debió aprender desde el paro anterior y para los futuros conflictos: “Hay que comenzar por donde uno termina. ¿Y por dónde se termina? Sentándose en una mesa a dialogar”. Una vez más insistió en que se deberían retomar las mesas de diálogo de 2022, porque es un camino ya recorrido.
Gobierno sostiene que hubo diálogo
La HORA buscó la versión de la ministra de Gobierno, Zaida Rovira, para saber si conoció el oficio de la Fici, con las resoluciones de Vargas y Ainaguano, y su proceder. Pero su equipo de comunicación indicó que se encontraba en territorio y no hubo respuesta.
Sin embargo, el presidente Noboa dijo el 28 de octubre, en entrevista con radio Centro, que tras el paro no se trata de “reencauzar el diálogo, el diálogo siempre hubo”.
Aseguró que “siempre se habló con las comunidades, con la gente”, quienes han recibido los tractores, los bonos Raíces. “Lo que no hubo es un diálogo centralizado en el cual se beneficiaban unos pocos, se mantenía el odio y resentimiento de muchos hacia el Gobierno. Cambiamos la dinámica también en ese sentido. Logramos tener contentos y con esperanza a la gente que ellos mismos usaban de fuerza de choque y los líderes se quedaron sin piso”, subrayó.
Nueva solicitud a la Iglesia
Blanca Chancosa, presidenta de la organización Saramanta Warmikuna, extendió el 17 de octubre una carta a Cabrera a nombre suyo y de las mujeres que son familiares de las “víctimas” del paro. Explicó que se conformó una delegación de mujeres que tienen la misión de solicitar una audiencia a la Iglesia, a instancias nacionales e internacionales que velan por los derechos humanos y la vida.
Pidió una cita para el 23 de octubre para exponer a Cabrera lo vivido durante el paro y que se les permita realizar una rueda de prensa en un espacio de la CEE. Pero Cabrera se encontraba en Roma. Existe una nueva invitación.
“Nos han invitado a un encuentro para compartir sus evaluaciones. Siempre estamos abiertos para escuchar y proponer, ofrecer aquello que podemos hacer también como Iglesia. No actuamos como actores sociales o políticos, sino simplemente como miembros de un pueblo”, indicó Cabrera. Ese próximo encuentro de Saramanta Warmikuna, con otras organizaciones, será el 14 de noviembre. (KSQ)

