El paro indígena que este 15 de octubre de 2025 cumple 24 días ya deja pérdidas económicas por $300 millones en Ecuador, según el consultor José Xavier Orellana. Si las movilizaciones se extienden diez días más, el impacto podría subir a $400 millones, afectando al turismo, al transporte y a la producción agrícola. El paro también eleva el riesgo país, que ha oscilado entre 672 y 864 puntos, y agrava la desconfianza de inversionistas.
El paro indígena que este 15 de octubre de 2025 cumple 24 días deja un impacto económico profundo en el país. Según el consultor empresarial y exasesor de McKinsey & Co, José Xavier Orellana, las pérdidas directas ya se estiman en cerca de $300 millones hasta el 14 de octubre, con una proyección que podría llegar a los $400 millones si las movilizaciones se extienden diez días más.
“El impacto hasta ahora se lo calcula en alrededor de $300 millones hasta el día de ayer. Probablemente, si se expande otros diez días, podría llegar a $400 millones”, advirtió Orellana.
El experto explicó que los impactos directos son los más fáciles de medir, porque se reflejan en sectores visibles: hoteles vacíos, alimentos que no llegan a destino y transporte paralizado. “Cuánta gente no fue a los hoteles, cuánta leche se está desperdiciando, cuánto cuestan las 7, 8 o 10 horas que pasan los camiones varados sin poder cruzar la I-35”, ejemplificó.
No obstante, Orellana señaló que los efectos más graves son los que no se pueden contabilizar con exactitud, como el deterioro de la imagen del país y la pérdida de confianza de los inversionistas. “Hay impactos que no se miden. Por ejemplo, la percepción a nivel global, el aumento del riesgo país y la duda de los potenciales inversionistas que se preguntan qué está sucediendo”, explicó
Por ejemplo, desde el inicio del paro, el riesgo país ha fluctuado entre 672 y 864 puntos. Con corte al 14 de octubre, ese indicador se ubicó en 826 puntos. Esto como consecuencia de las dudas crecientes sobre la sostenibilidad de las medidas económicas implementadas por el Gobierno de Daniel Noboa, incluida la eliminación del subsidio al diésel. A pesar del apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ya ha anunciado un nuevo crédito de $600 millones, Ecuador sigue siendo la cuarta economía más riesgosa de América Latina. Solo Venezuela, Bolivia y Argentina son está por encima de Ecuador.

Aunque el actual paro no ha alcanzado la magnitud de movilizaciones anteriores, que causaron pérdidas de entre $800 millones y más de $1.100 millones de dólares, su efecto se concentra con especial fuerza en el norte y centro de la Sierra ecuatoriana, donde la producción agrícola, el turismo y el transporte han sufrido una parálisis significativa.
Orellana advierte que, de mantenerse la tensión social y los bloqueos, el costo económico podría aumentar de forma acelerada, afectando la reactivación productiva y la ya frágil confianza en el entorno de inversión del país.
¿Qué se podría haber hecho Ecuador con los $300 millones que ya perdió por el paro indígena?
Con $300 millones, Ecuador podría, por ejemplo, rehabilitar miles de kilómetros de carreteras rurales, de esas que comunican a las comunidades agrícolas con los mercados y evitan que los productos se pierdan antes de venderse. Un programa del BID destinó $30 millones para mejorar caminos rurales; con diez veces más, el país podría abrir rutas seguras y productivas en toda la Sierra y la Amazonía, conectando pueblos que hoy viven aislados y reduciendo las pérdidas logísticas que tanto golpean al campo.
Si el dinero se destinara al empleo, el panorama también sería revelador. Con ese monto se podrían pagar cerca de 430.000 sueldos de docentes durante un mes, o mantener 35.000 empleos formales durante un año completo.
En el campo de la salud, los $300 millones podrían financiar la construcción de un hospital de gran capacidad como el Quito Sur, que costó alrededor de $226 millones, y aún sobraría dinero para equiparlo o abastecerlo de medicinas . (JS)


